Con estos avioncitos personales, la idea de tener “el cielo a disposición” parece bastante atractiva, pero claro, yo no subiría a alguno de esos “aparatitos” ni estando loco. A duras penas puedo viajar en los aviones de vuelos comerciales (llego con el estómago duro ja), si subo a uno de esos avioncitos… mmm… no viajaría a ningún lado sin desmayarme antes.
Supongo que debe costar un dineral hacer un avioncito como estos.
Más imágenes y un video a continuación.
Miren este video que los dejará sorprendidos. Es curioso ver las arriesgadas acrobacias que hacen con el pequeñín.
Definitivamente es un deporte de riesgo.