En Moscú, un grupo de estudiantes voluntarios de Rusia encontraron una nueva manera de tratar con los micro comercializadores de drogas, muchos de los cuales los venden bajo la apariencia de hierbas aromáticas. Según los activistas, el método que usan es más eficaz que el de la policía.
Los voluntarios llevan a cabo redadas especiales, cogen a los comercializadores, les dan una «pequeña» golpiza, para luego ponerlos a disposición de la policía.





